LECCIONES APRENDIDAS
Para lograr buenos resultados, el trayecto debe ser colectivo
LECCIONES APRENDIDAS: PARA LOGRAR BUENOS RESULTADOS, EL TRAYECTO DEBE SER COLECTIvo
La colaboración siempre ha sido un valor central que guía nuestra forma de trabajar. Al inicio de cada alianza, creamos una visión compartida junto con todas las organizaciones que participan en el proyecto. Esto nos asegura tener un punto común de referencia que nos guíe a través de las complejidades de la iniciativa. Pero esta visión compartida es apenas el primer paso. Hemos aprendido que, si no hacemos lo suficiente para crear colectivamente el mapa de ruta con todas las partes interesadas, la iniciativa puede no progresar.
Sin embargo, este proceso puede ser desafiante: existe, por ejemplo, la tendencia a crear una jerarquía de poder implícita que sitúa al donante por encima del receptor del donativo, y en ocasiones a éste por encima de las personas y comunidades con las que trabaja, por lo que debemos crear un entorno seguro y que aliente la colaboración en plano de igualdad.
Aplicar un enfoque colaborativo al cambio sistémico es complicado. Por ello es crucial crear confianza y mantener abierto un diálogo continuo, respondiendo y adaptándonos a los retos que se presenten a lo largo del proceso. La evaluación continua, que fomenta el aprendizaje y la adaptación, nos ayuda a asegurarnos de que todos estamos en el mismo camino que lleva a la creación del cambio.
Siguientes pasos
Tenemos que poner nuestro mejor empeño en asegurarnos de estar en todo momento viajando por el mismo camino que nuestros aliados y que los trabajadores y las comunidades con quienes compartimos viaje. Crear soluciones colectivas es la única forma de lograr el impacto necesario para transformar nuestra industria.
Compartir conocimiento con nuestros aliados es una etapa importante de este camino. Desde la publicación de nuestro Reporte de Percepción del Donatario hemos confrontado abiertamente la cuestión del equilibrio de poder entre donante y aliado, expresado nuestro compromiso de hallar medios que nos permitan escuchar mejor a nuestros aliados y diseñado, con el input aportado por estos, nuestra estrategia para el próximo quinquenio 2020-2025. Para seguir en el buen camino, en 2019 elaboraremos nuestro segundo Reporte de Percepción del Donatario, y compartiremos los resultados y las lecciones aprendidas. Esperamos con ilusión nuestro próximo All Partner Design Forum para inspirar nuevas ideas que nos ayuden a trabajar juntos en este viaje hacia una meta común: hacer de la moda una fuerza para el bien.
Cotton 2040
Facilitando un espacio neutral para la creación conjunta
Existe una creciente demanda de algodón sustentable y un anhelo generalizado en la industria de avanzar en esa dirección. Pero las iniciativas que surgen no siempre están suficientemente coordinadas; lo que puede llevar a confusión y, lo que es más preocupante, crear competencia entre fuerzas y paralizar el progreso. Cotton 2040 es una coalición, cada vez más amplia, de grandes marcas internacionales y minoristas, estándares del algodón, estándares actuales de la industria y actores interesados provenientes de todos los niveles de la cadena de suministro, que comparten la ambición a largo plazo de integrar y acelerar sus acciones colectivas para llevar el algodón sustentable al mainstream.
Una de las tácticas que Cotton 2040 aplicó en 2018 fue el lanzamiento de la guía CottonUP. Diseñada para que las empresas y las marcas entiendan mejor la causa del algodón sustentable, la mejor forma de obtenerlo y su rápido progreso, la iniciativa reunió a diferentes estándares y organizaciones para linearlas en una visión común del mercado del algodón sustentable. Pero al haber tantas voces, y estándares y códigos tan diferentes, se barajaron diversas ideas sobre cómo llevar la cuestión a la práctica.
Recurrimos a la ONG Forum for the Future para que actuase como mediadora y crease un espacio neutral propicio al diálogo abierto. Esta intermediación hizo posible que los diferentes estándares y códigos dispusieran de un foro más apropiado en el que trabajar conjuntamente – dejando de lado sus diferencias – para presentarse como un recurso único ante el mercado.
A medida que la iniciativa sigue su curso, Forum for the Future fomentará el diálogo permanente entre organizaciones para llegar a acuerdos sobre prioridades y diseñar enfoques que desarrollen los proyectos que cada organización tiene ya en marcha. De este modo se impulsarán las iniciativas existentes y se encauzarán hacia un mismo camino, para así lograr un mayor alineamiento en el sector del algodón sustentable.
Open Apparel Registry
La creación de un camino común comienza en la primera etapa
Las cadenas de suministro complejas y opacas ocultan a menudo violaciones de los derechos humanos de las personas que trabajan en ellas. Ante esta situación, las bases de datos abiertas al público favorecen la rendición de cuentas, ayudando a mejorar las condiciones laborales y a transformar el status quo. Pero en la actualidad, incluso los datos más básicos – como nombres de maquilas – son de escasa calidad; lo que genera confusión: desde auditores que se presentan en las instalaciones equivocadas hasta organizaciones que malgastan cientos de horas en introducir manualmente la información en sus bases de datos.
Open Apparel Registry (OAR, por sus siglas en inglés) es una herramienta de código abierto diseñada para mapear las fábricas de confección textil repartidas por el mundo. Tiene por misión crear un registro común de nombres y direcciones, a cada una de las cuales se le asigna un número identificador único de OAR. De este modo se pretende eliminar la confusión y facilitar la colaboración entre marcas y minoristas, entre las maquilas y la sociedad civil. Se trata de ofrecer información a las personas adecuadas, trabajadores incluidos, en el momento oportuno, y así mejorar las prácticas.
Aunque son cada vez más los actores interesados del sector que aceptan el poder de la transparencia para transformar el mundo de la moda, había cierto escepticismo acerca de si el OAR era el enfoque apropiado, e incluso sobre si era posible crear la tecnología necesaria para que funcionara. Para enfrentar esta cuestión y garantizar que la gente utilizase la herramienta, era esencial crear confianza en la herramienta y en la propia organización.
OAR convocó más de 250 reuniones con más de 175 organizaciones, entre ellas marcas, iniciativas conjuntas de partes interesadas y organizaciones no gubernamentales, involucrando a cientos de personas y entidades sociales. Las complejidades de la gobernanza de la iniciativa eran todo un reto, pero ultimadamente se constituyó un sistema de gobernanza que refleja la variedad de organizaciones involucradas, entre ellas organizaciones de base, marcas y expertos, para de este modo incluir la experiencia de una amplia variedad de actores interesados.
Apenas unas semanas después de su lanzamiento, la herramienta había reunido mediante crowdsourcing casi 13,000 entradas, demostrando que el OAR era aceptado como herramienta para todo el sector, y probando el valor de un camino común.
Wage Indicator (Indonesia)
Aprender de las personas a quienes nos dirigimos es crucial
En nuestro intento por hacer más transparente el sector de la confección de ropa en Indonesia, establecimos una alianza con Wage Indicator, dirigida a desarrollar las páginas sobre transparencia sitio web de Gajimu Garment, una plataforma digital que alienta a los trabajadores a compartir y recibir información sobre condiciones laborales y salarios. Nuestra intención era elevar la conciencia sobre problemas de incumplimiento mediante la divulgación de esta información, e impulsar las negociaciones entre los trabajadores y los órganos directivos de las fábricas.
Pero durante el proceso nos dimos cuenta de que las mismas personas a quienes Wage Indicator trataba de beneficiar deberían haber sido involucradas de un modo más eficiente. Muchos de los trabajadores no sabían ni siquiera cuáles eran sus derechos, ni entendían el uso al que se destinaba la información que facilitaban. Wage Indicator reconoció esta negligencia y actualmente trabaja con sus aliados sindicales en la preparación del segundo intento de desarrollar esta iniciativa.
De esta experiencia aprendimos que el proceso de diseño debe incluir a los trabajadores y a los sindicatos. En este caso, involucrar a las personas antes de invitarlas a usar la aplicación habría ayudado a crear un sentido de propiedad y a concientizarlas acerca de su propio rol en la mejora de las condiciones laborales.